Rondas y juegos grupales
Las rondas fomentan en los niños lo grupal, respetando turnos,
colaborando con el que no sabe qué movimientos se van a hacer mediante el modelo de
imitación que tanto influye en la infancia.
Las rondas son cantos
rítmicos que se acompañan de una danza, casi siempre de disposición
circular, con gran carácter ritual,
que recuerdan a la época en que las
comunidades se reunían para hacer invocaciones a la naturaleza o alguna otra clase de
ruegos. Muchas rondas infantiles han sido criticadas por exigentes y hasta
crueles, en el sentido de engendrarles miedo a los chicos, inculcarles valores estrictos, etc.
Claro que el contenido es variable según
los grupos, pero de todas maneras el trabajo entre todos es favorecedor de la vida social. Aquí
va un ejemplo "solidario":
Rondita de la mano
Dame una mano
Dame la otra
Vamos a hacer
Una ronda grandota 
Una rondita muy alta
Una rondita muy baja
Una rondita saltando
Un ronda en una pata
Una ronda sentado
Porque ya estoy cansado!!
Gallito ciego
Se le venda los ojos al que hará de gallo. Se le pregunta,
según una de las variantes, la siguiente fórmula
Gallito gallito, se te ha perdido algo?
Contesta: Sí, aguja y dedal
Se le practica una cantidad de giros hasta que el gallo se maree, antes
de contestarle:
Pues a buscarlo al totoral!!
Allí todos los niños salen corriendo y el gallito debe
encontrarlos.
El procedimiento suele ser éste, más allá de las
preguntas en juego. Pero algunos incluyen terminar el juego mediante la adivinación de
quién se trata a quien el gallo encontró.
Juegos de piso
Rayuela
La rayuela encuentra diferentes nombres según la región
del mundo: calderón, tejo, trquelenele, telazarranea, cox cox, pitajuela, mariola, futi, pata
coja, reina mora, infernáculo en España; golosa, carroza en Colombia, lucho o hucho en
Chile; mundo en Italia; juego del hombre muerto o juego del diablo en Portugal.
Estamos aquí ante un juego que marca el inicio de una era
simbólica dentro de la cosmovisión científica, debido a la casi certeza de que se
trata de un juego con reminiscencias ancestrales, de la época en que el hombre empezó a
plasmar en la tierra lo que veía en el cielo. Por lo tanto se trataría de las primeras
representaciones astrológicas: quizás las primeras observaciones científicas.

Este juego, extendido en una gran cantidad de países, tiene una
gran variedad de reglas y maneras de confeccionar el dibujo. Se trata básicamente de un juego de
casilleros que se traza sobre el suelo, por lo general por intermedio de una tiza.
Se cree que el primero en inventar el juego fue un monje español,
con la intención de simbolizar las etapas del desarrollo y las dificultades que se presentan en
el juego de la vida. Pero la teoría astrológica pone en jaque la veracidad de esta
hipótesis. En Italia se llama "mundo" en alusión a los 12 casilleros que representa al
zodíaco y la piedra, al sol.
Por la estrategia del salteado, este juego sirvió de
inspiración para la novela homónima de Julio Cortázar, en la que se puede seguir un
orden diferente al de la lectura tradicional.
Reglas para una de las variantes:
Se trazan los 12 casilleros que van de la tierra al cielo. Se arroja una
piedra (tánganas, chitas en España) progresivamente hasta el cielo, empezando por el uno.
Saltando en una pierna (por eso pata coja) o en dos según los casilleros de ese nivel
(dependiendo del dibujo hecho) se debe evitar pisar el casillero donde está la piedra. Una vez
superado, se detiene uno en un descanso, retira la piedra y se sigue saltando hasta el cielo. Es
más fácil retirarla cuando hay dos casilleros que se pueden pisar al mismo tiempo. El
juego finaliza cuando uno de los jugadores llega al cielo. Pierde el turno el que tira mal la piedra,
también el que pierde el equilibrio, así como el que pisa la raya limitante de los
casilleros -acaso por eso el nombre de rayuela, aunque otros dicen que en su origen el "tejo" o piedra
debía acercarse lo más posible a una raya en el suelo.
Bolitas (o canicas)
Este juego es uno de los que llevan a los niños a competir:
muchas veces el que gana se queda con la bolita del perdedor. Esto dota al juego de un gran
apasionamiento, a la vez que muchos adultos también comienzan una polémica: ¿se
trata de un juego sano? Como ya vimos para hablar de las pistolas de juguete, el juego siempre es sano.
Ningún niño se hizo apostador empedernido por jugar a las bolitas con sus amigos.

Sobre los límites de la competición, hay una
película mexicana de principios de este milenio que se llama El Bola, un niño de barrio
que convierte su habilidad en competencias, su vida pasa a ser una aventura -que a veces no sale tan
bien. Pero el juego de las bolitas ya dio pruebas de sobra acerca de su vigencia elocuente y de lo bien
que la pasan los niños que juegan con ellas.
Una variedad estándar de juego sería el siguiente:
Se traza un territorio en la tierra y en el centro se cava un hoyuelo
que se denomina de diferentes maneras según la región. Digámosle OPI.
Sin salirse del territorio, se intentará dar con la bolita del
contrincante. Luego de asestar el golpe, el paso para la victorio consiste en embocar la bolita en el
OPI.
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trompo o peonza, es un juego que se extiende en varios
continentes, donde la población infantil y adulta disfruta de esta gran
atracción que depende exclusivamente de la habilidad y del equilibrio.
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La Mancha
(pilladita en el Noroeste argentino o Tú la
traes en México)
Se trata de un juego grupal prácticamente universal, que adopta
formas según el país donde se realice el juego. Se puede realizar en un lugar
preferentemente abierto o en un espacio amplio. La idea es que el jugador que es "mancha" o
que "trae la peste", etc, tiene que intentar tocar a alguno otro para contagiarlo y
convertirlo en mancha. De esta manera se libera y pasa a ser de los que escapan. Puede haber zonas de
confort, "bases" o "casas" en las que la mancha no puede atrapar a nadie. Se trata
de un juego que requiere gran destreza física y que los niños juegan en cada recreo de la
escuela. Las variantes son la mancha venenosa, por ejemplo, en que cada jugador que es mancha debe
perseguir al otro tocándose en la parte del cuerpo donde fue él mismo tocado.
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