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*EL AMOR ROMNTICO HASTA LA REVOLUCION INDUSTRIAL*

La experiencia afectiva que venimos denominando amor romntico sigui sufriendo durante la Edad Media el exilio de la institucin matrimonial, por lo menos en la nobleza.

Precisamente por tratarse de una pauta difundida en ese nivel social tambin ha sido conocida bajo el nombre de amor cortesano.

Como veremos en el captulo especficamente dedicado al matrimonio, los esposos de aquella poca, que se haban unido por razones sociales y,o econmicas, a lo sumo podan aspirar a una convivencia amistosa. Refirindose a estos cnyuges Segun (1979) transcribe un comentario de Lafitte-Houssart segn el cual en ellos "no puede existir ese sentimiento ms delicado, que empuja espontneamente el uno hacia el otro a dos seres que se buscan, ni esa comunin de almas propia del amor". Para ratificar lo dicho el mismo Seguin agrega un prrafo de un texto de la Condesa de Champagne que proclama: "los amantes, en efecto, se conceden mutuamente todo, gratuitamente. Los esposos estn obligados por deber a soportarse recprocamente las voluntades y a no negarse nunca nada" (ibid).

El maestro peruano cree percibir que el afecto marital llega progresivamente a la rutina y ahoga toda posibilidad de amor , mientras el amor cortesano logra trepar cada vez ms los caminos de la pasin, aunque permanezca siendo un sentimiento de objetivos imposibles, ms ligado a la muerte que a la vida, como lo ejemplifican sus tipos clsicos -Romeo y Julieta, Tristn e Isolda- que mueren y son estriles.

Se pregunta Seguin cmo y por qu naci "esta manera de enfocar la vida y experimentar el amor" en el siglo XII, y especula con diversas explicaciones en las que no deja de aparecer, tanto el dato extico de la secta tntrica (*) que aproximadamente en el siglo VI induca a sus miembros a ev itar la eyaculacin con el objeto de no temerle a la muerte, como las alusiones -ms europeas- al catarismo, aquella hereja para la cual Dios haba creado lo bueno y Lucifer a la mujer.

Por su parte Marchello-Nizzia (1984), en un impecable artculo dedicado al tema, caracteriza al amor corts como la unin de un joven soltero y una joven casada con un hombre mayor y poderoso. En dicho trabajo se subraya el hecho de que la mujer de esta particular pareja ocupe una situacin social superior a la de su amante, caracterstica revelada por el lenguaje de este ltimo, quien habitualmente emplea la terminologa tpica de los vasallos: " Ma dame conserva con frecuencia su sentido primero (mi soberana)".
Pero veamos otros detalles de la cuestin. En este vnculo el arma de seduccin del varn es su coraje, y su amor no implica celos hacia la relacin de la amante con su marido. Por otra parte, y hasta el 1300, el amor cortesano es -como dijimos- estril, y el marido no pone ningn encarnizamiento en el castigo, el que de concretarse es habitualmente instigado por aviesos consejeros.

Durante todo el siglo XII los trovadores cantaron estos amores, pero al llegar el siglo XIII los relatos, trasladados de la poesa a la prosa, hacen hincapi en la genealoga de los hroes y en la belleza de ambos jvenes, a la vez que aluden "a la seduccin que ejercen sobre los hombres que, en su entorno, detentan el poder" (ibid).

En su estudio Marchello-Nizzia destaca, tanto en el caso de Lanzerote
y Ginebra, como en el de Tristn e Isolda, la condicin regia de la amante, para preguntarse con inteligencia: "No sern acaso los signos del poder lo
que el joven caballero ama ante todo en ella y a travs de ella?" y se responde "Tal vez lo que Tristn y Lanzerote aman es la dama en tanto signo de podero" (ibid) .

En una visin superficial del problema resulta excesivamente fcil la interpretacin psicoanaltica integrista de tales leyendas. En ese marco terico el significado de los relatos podra ser una mera simbolizacin edpica, para aceptar lo cual habra que obviar datos precisos e insistentemente subrayados en la voz de los trovadores, como la extrema

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(*) Tantrismo: conjunto de liturgias, meditaciones y prcticas yoga basada en los textos llamados tantra
Su fin es integrar a la persona humana en la realidad absoluta por medio del abandono de la conciencia normal de vigilia y la verificacin progresiva o repentina de estados psquicos superiores
a travs de la experiencia directa de las energas espirituales que rigen los procesos humanos y csmicos.

juventud de la amante, el protagonismo del poder representado por un rey magnnimo que no muere ni es excludo, la ausencia tanto de celos como de culpa y castigo, y por fin la muerte como algo naturalmente vinculado al amor, en un verdadero adelanto de la temtica del romanticismo, tan magnficamente representada por la muerte de amor del Tristn e Isolda de Wagner.

Otros dos aspectos definitorios deben ser sealados: en primer lugar que esta forma de expresin sentimental estuvo reducida exclusivamente a parejas de las clases privilegiadas y, en segundo trmino, que se mantuvo siempre fuera de los lmites de la vida conyugal. Una versin muy atenuada del amor cortesano se dar en el pueblo general, pero mucho tiempo ms tarde, cuando tambin se lo incluya entre los prolegmenos y rasgos del matrimonio ideal. Mientras tanto los campos permanecern tajantemente separados, como lo demuestra la cita de Montaigne ( "Ensayos" ) que transcribe Flacelire (1959) y en la cual el clebre pensador del siglo XVI todava afirmaba del matrimonio: "En este sabio mercado los apetitos no son tan retozones; son ms sombros y ms embotados. No se casa uno para s, dgase lo que se diga; se casa uno tanto para la posteridad, para la familia. As es una suerte de incesto emplear en este parentesco venerable y sagrado los empeos y las extravagancias de la licencia amorosa. Un buen matrimonio, si lo es, rehusa la compaa y las condiciones del amor".

Es evidente que el amor romntico jugaba un muy pobre papel en el matrimonio y hasta en el noviazgo: lo podramos probar tambin a travs de la existencia de bodas por convenio, las que, entre los campesinos ricos, podan tramarse durante la infancia de los inocentes candidatos. De cualquier manera, si bien ste no parece haber sido el mtodo ms frecuente para la eleccin de pareja, en la decisin correspondiente el sentimiento pareca no jugar prcticamente rol alguno. Pero tengamos en cuenta que no es para nada desdeable la sensata advertencia de Shorter (1984) en el sentido de "que nuestras propias formas de expresar el sentimiento pueden no ser universales. La gente de otras culturas puede sentir poderosamente las emociones pero expresarlas en formas completamente distintas de las nuestras". De todos modos, an teniendo en cuenta esta opinin, resulta indudable que tanto las experiencias de noviazgo como las de matrimonio, durante el perodo de la familia tradicional, son muy diferentes de las que conforman nuestra cotidianeidad, por cuanto aquellas se dan casi siempre a espaldas del amor romntico.

Para entender el proceso preconyugal de entonces con referencia al amor romntico, hemos de decir, con palabras de Shorter, que en aquella poca "el noviazgo no iba acompaado de ningn drama" (ibid) y que todo el trmite del pedido de mano estaba rgidamente ritualizado. Se supone que si bien el deseo sexual y los sentimientos anexos podan estar activos, "aquella juventud haba internalizado valores contrarios a la pasin de modo que rechazaban toda locura" (ibid), a pesar de los esfuerzos del cine norteamericano por mostrar otra realidad.

Es necesario admitir la distancia gigantesca que separa al matrimonio tradicional del amor cortesano, sin embargo, cualquiera haya sido la caracterizacin de este ltimo, y por variadas que resulten las razones de su eclipse durante el perodo inmediatamente anterior a la Revolucin Francesa, hemos de considerarlo como un precursor evolutivo de aquello que la historia de los sucesos desarrollados desde mediados del siglo XVIII hasta la dcada de nuestros cincuenta nos present bajo el nombre de amor romntico. Tal forma de amor ha sido definido con talentosa simplicidad por Shorter (ibid) "como la capacidad para la espontaneidad y la empata en la relacin ertica". Definicin que nuestro autor complementa, en la misma obra sealando que "para la pareja, el romance es un vehculo para la autoexploracin y el autodesarrollo". Frente a los hechos que comentamos cabe la pregunta: Cmo fue posible el nacimiento, o para mejor decir, el renacimiento dentro del matrimonio occidental de este particular fenmeno? La respuesta nos introduce sin ms trmite en la etapa siguiente.