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* La sexualidad del hombre primitivo

En orden a lograr cierta continuidad con el apartado anterior comenzaremos por el tema de la evitacin del incesto. Muy probablemente esta pauta ha sido transmitida al homo sapiens sapiens desde especies precursoras que la cumplan instintivamente.

A pesar de las variantes culturales, la presencia universal de esta conducta elusiva ha motivado a muchos investigadores para estudiarla y teorizar sobre su origen. Por ejemplo Leakey y Lewin (1974) se preguntan: "Es el tab un instrumento social o una expresin de una ley biolgica profundamente arraigada?" . Su universalidad probara la determinacin biolgica, pero a la vez su notable variabilidad demostrara el carcter de creacin cultural. La desconcertante conclusin es que tal conducta responde a ambas causalidades.

Para esclarecer este punto se han construido diversas teoras y elaborado las ms variadas especulaciones. Alguna de ellas ha sido desarrollada en otra parte de este ensayo. En nuestro campo, que es el de la Psicologa Mdica, la versin ms difundida ha sido la propuesta por Freud y sus discpulos. Ser conveniente detenernos brevemente en ella.

En "Totem y Tab" Freud sostena que cada uno de nosotros, gracias a lo que l denominaba herencia arcaica , reproduce lo experimentado por la raza humana en sus diversas etapas histricas. Lo cual explicara ciertas caractersticas psicolgicas del hombre moderno. Para rastrearlas se dirigi resuelta e inteligentemente a los conocimientos paleoantropolgicos vigentes en su poca, erigiendo lo que en definitiva resultara un mito: supuso que la primera estructura social haba sido la horda primitiva , gobernada por un macho poderoso, quien se supone que se habra adueado de todas las mujeres del grupo; entonces los hijos se habran confabulado para asesinarlo y comrselo, apoderndose as de su fuerza; luego, los sentimientos de culpa habran inducido al ritual de la comida totmica expiatoria; y la rivalidad fraterna para adquirir la totalidad del poder podra haber conducio al tab del incesto, que prohibiendo llegar hasta las mujeres de la tribu negara el motivo del parricidio. El resultado actual de este proceso psquico de nuestros ancestros sera el mantenimiento inconsciente de la ambivalencia hacia la figura paterna, del deseo incestuoso hacia la madre, del horror ante esta tendencia, as como de muchos sentimientos de culpa de otra manera inexplicables.

Uno de los puntos ms cuestionables de esta especulacin, surgida de los precarios conocimientos paleoantropolgicos de la poca, es la suposicin de la existencia de una tendencia natural al incesto, o que la misma existi en algn momento de la evolucin humana. No creo que tal afirmacin pueda ser calificada de mal intencionada como lo hacen Leakey y Lewin (ibid), pero indudablemente cabe considerarla claramente errnea, desde que hemos reconocido la varias veces citada evitacin del incesto ya en los antropoides.

A esta altura, y para continuar ordenadamente con nuestra excursin por las caractersticas sexuales del hombre primitivo, ser oportuno separar algunos subtemas que, segn pienso, poseen suficiente autonoma conceptual.

. Prohibicin del incesto y exogamia:

Ante todo cabe aclarar que lo universalmente prohibido es el matrimonio incestuoso, y no tanto la relacin incestuosa ocasional, que tambin est vedada, pero con menos rigor. Como asegura Mair (1970) , las normas relativas al incesto y a la exogamia no siempre coinciden, pues como acabamos de decir, la prohibicin recae no tanto en el ayuntamiento como en su persistencia institucionalizada que implica derechos y obligaciones recprocas. La misma autora nos informa sobre la existencia de pueblos en los que se admiten contactos sexuales prematrimoniales entre parientes a quienes luego se les prohibir casarse entre s.

Sin embargo tanto Lvy-Strauss como Malinowski suponen que la exogamia no es sino una extensin de la prohibicin del incesto, y consideran que el tab no se dirige a evitar las uniones consanguneas, sino a promover las exogmicas. Esta interpretacin se funda en la comprobacin de que las uniones del primer tipo no estn universalmente prohibidas, e inclusive, las de primos cruzados matrilaterales llegan a ser las preferidas en algunos pueblos, mientras en cambio caen bajo la prohibicin el matrimonio entre hijos de miembros del mismo grupo etario.

Por lo tanto vale la pena preguntarse cules son las verdaderas razones para estimular la exogamia? Un anlisis superficial nos podra inclinar a suponer que se dirige a evitar los peligros de la endogamia. Suposicin que se apoya en dos presupuestos igualmente dudosos: 1) que la endogamia es necesariamente negativa, y 2) que en caso de existir algn riesgo, el hombre primitivo fue capaz de descrubirlo y de obrar en consecuencia, estableciendo una norma social tan compleja.

Reconozcamos que en el corto plazo es posible detectar alguna peligrosidad en la endogamia, por lo menos en los grupos que previamente han presentado trastornos genticos. El riesgo depende de la mayor posibilidad de que los genes recesivos, potencialmente patgenos, se vuelvan manifiestos. Pero si se toman en cuenta perodos de tiempo ms prolongados, la endogamia acta tamizando los genes peligrosos por simple seleccin natural. Por eso afirman Leakey y Lewin (1974): "Una poblacin endgama es de hecho un sistema eficientsimo para realzar rasgos genticos beneficiosos". En sntesis, la promocin de la exogamia no se dirige a evitar los supuestos males de la endogamia, sino a lograr los beneficios que le son propios.

Pero cuales son estos beneficios? En primer trmino una ventaja fundamental de la exogamia es "la variabilidad gentica que se consigue mezclando cromosomas" , variabilidad que "es la base del xito evolutivo" (ibid).

Otros beneficios complementarios han sido los planteados por Mair (1970) quien, basndose en Lvy-Strauss, considera a la exogamia como "la forma elemental de la solidaridad orgnica" entre diversos grupos humanos: "no es accidental que en las lenguas latinas la palabra alianza se refiera an al matrimonio".

Hemos dicho que el fundamento de la exogamia no es la prohibicin del matrimonio consanguneo, pues en esta tradicin se ignoran muchos grados de parentesco, y algunos de ellos llegan a ser propuestos como condicin matrimonial ideal. Lo que sucede realmente es que con las pautas de la exogamia lo impedido es la unin conyugal de dos miembros de un mismo linaje, aunque el mismo resulte reconocido slo en la lnea paterna o materna, ignorndose el otro.

Por eso mismo, segn creo, puede asegurarse que la prohibicin del incesto tiene que ver ms con la promocin de la exogamia y la consiguiente solidaridad intergrupal, que con la evitacin de la endogamia. En todo caso la necesidad de cooperacin resulta una muy buena razn para sostener y darle forma social a la prohibicin, pero de ninguna manera una razn suficiente, ni mucho menos excluyente.

Como se ve, hasta aqu no hemos logrado una respuesta satisfactoria a la pregunta sobre la causalidad del establecimiento de la prohibicin del vnculo incestuoso y sobre el por qu la misma ha alcanzado tal universalidad, por lo tanto hemos de seguir reflexionando sobre el particular.

Mair (1970) cita una explicacin de Westermarck ( "History of Human Marriage", 1921) que luego Leakey y Lewin intentaron aplicar al macacus rhesus, y que por otra parte ya hemos discutido: el acostumbramiento en la relacin entre parientes sera la causa de una presunta disminucin del deseo sexual. Como en el caso de los primates pienso que si sta fuera la razn fundamental de la evitacin del incesto, en comunidades pequeas jams se hubieran concretado matrimonios entre miembros no emparentados de un mismo grupo etario. Por otra parte, como comenta adecuadamente Mair (ibid), la hiptesis del abandono del incesto por deterioro del deseo "no explica el rigor de las sanciones (...) ni tampoco el sentimiento de horror cuando tal sentimiento realmente existe".

Beals y Hoijer (1963) insisten en que los vnculos derivados de la exogamia cubren una necesidad de asociacin territorial organizada: "para que el hombre se haga dueo de su mundo circundante en lugar de convertirse en su vctima, es necesaria la cooperacin entre las familias, y las regulaciones del incesto son un medio para este fin".

El hombre tuvo que sobrevivir en un medio altamente peligroso, con mucho menos defensas antomo-fisiolgicas que los otros seres vivos. Para lograrlo cont con una extraordinaria habilidad manual, un horizonte visual privilegiado, y la maravillosa capacidad de recordar el pasado y preveer el futuro. Pero tales medios no le alcanzaban para subsistir, y mucho menos para dominar el mundo como en definitiva lo hizo. Cmo lo logr? ste es uno de los nudos fundamentales de la Paleoantropologa, en este campo se enfrentaron posiciones irreconciliables como la de Lorenz por una lado, y las de Fromm y Leakey por otro. Para el primero hay una herencia biolgica que nos define: la agresividad, que l no sabe distinguir de la destructividad, y que sera el secreto del xito de la especie . Para los otros la marca biolgica del estado humano de organizacin de la materia, es la cooperacin. Ya en publicaciones anteriores he tomado partido decididamente por esta segunda posicin. Aqu slo me cabe agregar que la teora del predominio de la solidaridad, si bien es el fundamento ms acabado de la exogamia, no parece suficiente para entender la enorme extensin del horror al incesto.

En vistas de lograr tal comprensin tomaremos otro rumbo en nuestra reflexin. A tal fin partimos de algunos conceptos de Gough (1974), tanto como de otros debidos a Leakey y Lewin (1974), quienes creen que la cooperacin en la familia se hubiera visto seriamente perturbada de haberse introducido la competitividad a travs de la lucha por el apareamiento. Davis (1965), que opina lo mismo en cuanto a los efectos deletreos que sobre la organizacin y la eficiencia funcional de la familia podra haber ejercido una supuesta rivalidad sexual fraterna, es sin embargo mucho ms contundente en sus conclusiones, pues cree que de haber sucedido de aquella manera, fatalmente hubiera surgido "una familia dentro de una familia, un crecimiento canceroso que desquiciara el grupo primitivo y conducira a una concentracin extrema de cada familia dentro de s misma". No parecen quedar muchas dudas con respecto a la inexistencia de la competencia fraterna en la horda primitiva, otro mito europeocntrico de quienes no dudaron en descalificar a las culturas diferentes, como lo hiciera el prlogo de "Totem y Tab" (1913) : "No podemos esperar, ciertamente, que estos miserables canbales desnudos observen una moral sexual prxima a la nuestra" ( Freud , 1948).

Pero volviendo a las razones que pueden haber tenido nuestros venerables antepasados para prohibir el incesto, contamos con una interesante variacin sobre el tema. Se trata de las ideas de Malinowski, para quien la familia no hubiera podido socializar a los hijos, es decir, que se hubiera visto impedida de transmitirles la tradicin cultural de la sociedad a la que pertenecan de no haber existido un principio jerrquico y una autoridad ms o menos estable dentro del grupo domstico. Mair (1970), que es de quien tomamos el pensamiento del antroplogo polaco, agrega que dicha autoridad resultara utpica "si se dejase libre juego a las pasiones sexuales dentro del crculo de la familia. Es cierto que esta explicacin no puede esclarecer por qu lleg a crearse la prohibicin del incesto; sin embargo es posible conjeturar con Murdock que, si alguna vez hubiera habido poblaciones humanas que lo hubieran permitido, habran subsistido en condiciones tales de desorden que no les hubiera sido posible sobrevivir en competencia con grupos mejor organizados".

El pensamiento de Malinowski tambin nos llega por otra va, ahora a travs de la obra de Beal y Hoijer (1963),en la que se propone una combinacin de causas biolgicas, psicolgicas y sociales en la gnesis de la prohibicin que nos ocupa. En este texto el impulso sexual es calificado como una fuerza "muy perturbadora y socialmente corrosiva" , que de ser aceptada dentro del mbito familiar provocara un verdadero cataclismo de la institucin: "una sociedad que consintiera el incesto no podra desenvolver una familia estable; sera despojada, por tanto, de los ms firmes cimientos del parentesco, y esto, en una comunidad primitiva, significara la ausencia de orden social".
Ampliando la perspectiva antropolgica en la consideracin del origen del tab, Leakey y Lewin (1974) se entusiasman con la opinin de Lvy-Strauss en el sentido de que "la prohibicin del incesto est all donde la naturaleza se trasciende a s misma" y la interpretan como una comprensin secuencial de la causalidad de este fenmeno humano fascinante: el tab del incesto tendra una raz biolgica, para luego apoyarse en otra de base cultural. En la misma direccin Mair (1970), vuelve a evocar a Malinowski para definir la prohibicin como un indicador "de la transicin de la naturaleza a la cultura".

Ante tantas variantes tericas podramos volver a sospechar que an no tenemos a mano una explicacin acabadamente satisfactoria del fenmeno. Sin embargo no es as, y ello puede demostrarse retomando algunos de los datos que ya hemos includo en los prrafos precedentes. Aparece como lo ms probable que el homo sapiens sapiens haya heredado la conducta evitativa del incesto y la tendencia exogmica de sus ancestros animales, ritualizndola. Leakey y Lewin (1974) conciben la ritualizacin como un proceso de adquisicin de nuevas funciones por parte de la conducta respectiva. Semejante adquisicin depende del hecho que el hombre es un animal cultural. Resultar til transcribir el rico juego especulativo al que se entregaron los autores citados en ltimo trmino. til para entender el clima en el que aquel proceso puede haberse concretado: "Volvamos ahora el pensamiento a nuestros antepasados de hace unos tres millones de aos. Los encontramos cuando empiezan a organizarse en bandas cazadoras de unos veinticinco individuos, el nmero corriente entre los cazadores contemporneos. Muy probablemente antes de que el comer carne se hubiera convertido en algo ms que un hbito ocasional, estas bandas ancestrales habran sido ms grandes, ms parecidas a las de los cincuenta individuos, aproximadamente, de las modernas bandas de babuinos. Y estos grupos no estaran tan dispersos como lo estuvieron cuando la caza se impuso (...). La emigracin de jvenes varones de uno a otro grupo no supondra, pues, un problema especial. E incluso aquellos que permanecan en su grupo familiar tendran la oportunidad de encontrar una compaera que no fuera hermana ni parienta cercana".

"Al irse estableciendo lentamente en las sociedades prehumanas un sistema de vida basado en la caza y la recoleccin, la evitacin del incesto mediante la emigracin se convertira en un problema solamente porque la distancia a recorrer sera mayor. Al mismo tiempo, sin embargo, puede aumentarse la necesidad de emigrar, y de nuevo por una sencilla razn. En su grupo de veinticinco individuos, podra haber unos catorce pequeuelos, la cuarta parte de los cuales alcanzara la madurez sexual casi al mismo tiempo. El problema, pues, est claro: falta de eleccin (...). La constitucin de alianzas sexuales fuera del grupo inmediato
-exogamia- podra, pues, haberse hecho biolgicamente necesaria, as como biolgicamente ventajosa, debido a la cuestin fundamental de la variabilidad gentica. Y ambos procesos serviran para incrustar el sistema de comportamiento en los genes de la especie".

La ritualizacin se vi as reforzada por las ventajas de la exogamia, convergentes a su vez con otras dos necesidades definitorias del homo sapiens sapiens: la cooperacin y la expansin del hbitat.