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* EL ROMANTICISMO EN EL PERODO DE LA FAMILIA MODERNA *

El interrogante con que finaliza el apartado anterior ha merecido diversas respuestas, pero ante todo se impone un hecho incontrastable: las caractersticas de la nueva sociedad capitalista que sigui a la revolucin industrial, le permitieron al hombre comn romper la cscara de su aislamiento emocional gracias a la prioridad otorgada a la intimidad.

A poco de haberse includo esta forma de amor entre los datos definitorios del matrimonio, se hicieron notar algunas de sus consecuencias fundamentales, comenzando por la atenuacin de los rasgos diferenciales entre los roles sexuales. Pero adems se pudo por fin distinguir una sexualidad instrumental -al servicio de otros fines como la procreacin- de aquella que llamaremos sexualidad afectiva o expresiva, la que nacida en esta nueva etapa histrica de la conyugalidad, se dirigi a la bsqueda interior, manifestando claramente la existencia de los sentimientos que la motivaban ya desde el noviazgo.

El cambio sufrido por el matrimonio y que resulta de la inclusin del amor romntico entre sus condiciones previas, ha merecido temerosas advertencias sobre la posibilidad de consecuencias peligrosas, as Segun (1979) , quien supone que el verdadero amor trasciende el amor romntico y exige mucho mayor madurez en los miembros de la pareja, describe con elegancia literaria los presuntos aspectos negativos del fenmeno: "el amor romntico es fuego y, como tal, se consume; es pasin y, como tal pasa; es sed que se apaga al beber, es antorcha que solamente se mantiene ardiendo mientras se halla al viento. Si el matrimonio se realiza, la llama pierde el combustible, la pasin se agota al consumarse, la sed ya no tiene oportunidad de aparecer y la antorcha muere en el encierro del hogar y la alcoba. El amor romntico es entusiasmo pasajero, cargado de dificultades y por ellas existe, y el matrimonio es adaptacin permanente y, se supone, llena de estabilidad y paz. Son no solamente contrarios, sino incompatibles. El amor romntico no es el amor conyugal, sino, ms bien, la glorificcin del enamoramiento imposible, del amor robado y oculto y, por supuesto, el adulterio".

La imprecisin del trmino amor romntico es posiblemente la causa de los desacuerdos que se adivinarn confrontando las opiniones precedentes con lo que vengo afirmando a lo largo de toda esta obra. Pero tales contradicciones palidecen apenas aceptamos la definicin de Shorter (ibid) que propusimos en las ltimas lneas del apartado anterior, es decir, una "capacidad para la espontaneidad y la empata en la relacin ertica" , que sirve "a la autoexploracin y el autodesarrollo" . En este caso la oposicin prevista por Segun desaparece, y no hay inconveniente en coincidir con aquellos que afirman que una de las caractersticas de la familia moderna , es la introduccin de esta forma de sentimiento en el matrimonio.

Paralelamente al proceso recin aludido, se comprueban otros cambios importantes en las caractersticas de la pareja, como la progresiva sexualizacin de la pasin recin llegada al mbito marital y, en otro campo existencial, un evidente desplazamiento del acento en la escala de valores, desde la pertenencia a la lnea ancestral y desde la firme solidaridad comunitaria, hacia la bsqueda de medios para el logro de la felicidad individual.

El amor romntico erotizado y la felicidad individual (*), pasaron a ser los pilares ms slidos en la eleccin de pareja. As al amor cortesano se le
escamotearon algunos de sus rasgos definitorios: ser imposible, estril y estar ligado a la muerte , pero se le agreg otro, de consecuencias importantes: se volvi cada vez ms inestable. Inestabilidad que por cierto afect tambin al matrimonio en el que se lo haba includo y del que se haba constitudo en sustento.

En tren de describir nuevas diferencias entre las caractersticas conyugales del perodo tradicional y las del moderno , sealemos que durante el primero de ellos, el trabajo fue un elemento principal para la definicin de la identidad de cada uno, y para la eleccin del futuro cnyuge,
generndoseas una especie de endogamia laboral , que desapareci en el perodo moderno , junto a otras reliquias como la intervencin de la comunidad en la eleccin de pareja. Lentamente esta forma de endogamia qued recluda a los lmites de la clase social, y pronto fue quebrada tambin en ese reducto. Este ltimo cambio ya nos introduce en la etapa histrica siguiente.

* EL AMOR ROMNTICO EN EL PERODO DE LA FAMILIA POSTMODERNA*

En los ltimos cincuenta aos el amor romntico ha sufrido cambios muy importantes, ligados sobre todo a aquella evolucin de la sexualidad que analizramos en el Captulo II y que, segn dijimos recin, se ha ido integrando con el amor romntico a lo largo de la historia. Si durante la segunda mitad del siglo XVIII y todo el XIX la primera revolucin sexual estuvo coloreada por la relacin entre sexualidad afectiva y amor romntico, desde 1950 en adelante, la segunda revolucin sexual est sealada por la asociacin entre sexualidad recreativa y hedonismo.

Estos cambios son especialmente notorios en el noviazgo, que en la
etapa que venimos denominando postmoderna se ha sexualizado ms radicalmente, mientras ha ido perdiendo parcialmente sus caractersticas sentimentales, para llegar a rechazar de manera mucho ms absoluta las presiones de la sociedad en la que se mueven los jvenes -tanto la de los
adultos como la de los pares-, y se ha desprendido del ideal de la monogamia vitalicia. Al respecto Shorter (1984) ha podido sealar como un

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(*) El tema de la felicidad ha sido tratado en otra obra ( Maffei , 1995)
desarrollo importante "la transicin de un solo compaero sexual para siempre, a la monogamia serial" puesto que ha llegado a ser cada vez ms fcilmente aceptado "que durante los aos de soltera se pueden tener varios grandes amores".

Por ltimo creo conveniente sealar que si el capitalismo de la revolucin industrial di lugar al individualismo, la acentuacin de ste en el paroxismo -presuntivamente agnico- de la economa de mercado, ha llegado a deteriorar el amor romntico en su aspiracin de eternidad, y sobre todo en su espritu donativo, y ha convertido al otro miembro de la pareja en un instrumento para la propia realizacin, o para el logro de una “felicidad” que se diferencia cada vez menos del placer egosta.