Las pérdidas y duelos en la adolescencia


admin - Posted on 01 Septiembre 2012

OBSERVACION DE UN ADOLESCENTE:

Contexto:

La observación fue llevada a cabo en una Confitería el día Jueves a las 18 hs.
Allí se encontraban 3 chicas de 17 años aproximadamente. Estaban vestidas con uniforme de colegio y una campera de egresados. Dos de las chicas iban al mismo colegio.

Observación:

Al comienzo de la observación se encontraban dos chicas sentadas en una mesa. Estaban hablando del colegio, cuando de repente se acerca una chica. Las dos jóvenes al verla se paran, comienzan a gritar, la abrazan. La chica se sienta enfrente de sus amigas. Se dijeron lo mucho que se extrañaban. Ellas le preguntan como le estaba yendo en su nuevo colegio y si la trataban bien sus nuevas compañeras. Ella responde que se estaba adaptado al cambio de a poco, pero que su ex colegio era mucho mejor. Agregó también que no se llevaba muy bien con sus compañeras porque eran un poco infantiles. Después le preguntaron por su familia. Ella dijo que su hermano y su papá estaban bien, pero que no soportaba mas a su mamá. Todo el tiempo le esta diciendo lo que tiene que hacer, lo que tiene que estudiar y además no la deja salir a bailar hasta que  mejore sus notas. Las chicas le dijeron que no se preocupara que todas las mamas son así, que ya se le va a pasar. Una de ellas le dijo que por lo menos su mamá no la obligaba a ir a ingles y a natación como a ella. Luego de unos minutos aparece el mozo y les pregunta que van a pedir. Dos de ellas se pidieron un jugo y un tostado  y la otra un yogur con cereales. Según comentó esta ultima,  estaba a dieta y no podía comer nada de eso. Comienzan a reír.
Las dos chicas le comentan a la otra que ya estaban planeando todo para la fiesta de egresados, que solo les faltaba juntar mil pesos y que por eso estaban vendiendo rifas. Ella les dice que se pone contenta, que le hubiese gustado hacer la fiesta con ellas y no con las del colegio. Todavía les faltaba un montón de plata y que a nadie le importaba nada. Las dos amigas le dicen que no se ponga mal, que a todos les pasa lo mismo. En ese momento suena el teléfono de la chica, era su madre que le decía que hoy tenia que pasar a buscar a su hermano de futbol. Ella enojada le dice que va a ir. Corta el teléfono y le dice a sus amigas que siempre es lo mismo, que no la deja en paz ni un segundo.

El siguiente análisis fue realizado a partir de una observación a un grupo de adolescentes.

La adolescencia es un fenómeno social y biológico caracterizado por ser un periodo de crisis acompañado de grandes cambios que culmina con un hecho no biológico. De ahí que su duración se prolongue en  el tiempo en los distintos individuos. Este fenómeno se encuentra determinado por una  continua búsqueda de la propia identidad que el joven quiere alcanzar , para ello deberá primero atravesar una serie de duelos.

El duelo es una reacción adaptativa natural, normal y esperable ante la perdida de un ser u objeto querido. En el caso de la adolescencia ese objeto perdido representa la infancia. A continuación se detallan cuatro duelos característicos de la etapa:

•    PERDIDA DEL CUERPO INFANTIL:
Eluevo cuerpo adquirido se encuentra sometido a los criterios objetivos y a los juicios de valor estéticos de los adultos. La sociedad cobra un rol importante. El adolescente siente la necesidad de ser aceptado por el entorno.
Este duelo se ejemplifica claramente en la observación cuando una de las jóvenes dice estar a dieta. Es normal que a esta edad aparezca la noción del cuidado del cuerpo sobretodo en el sexo femenino.
•    PERDIDA DE LOS ROLES E IDENTIDAD INFANTIL
Durante la infancia el niño se sentía protegido, no tenia dudas del lugar que ocupaba, se daba el lujo de equivocarse. Ahora siente que ya no puede ni debe equivocarse. Descubre generalmente que sus rendimientos están por debajo de las expectativas de los adultos, y hasta de las propias. Si durante la niñez superaba frecuentemente lo esperado por sus padres y maestros, ahora tiene clara conciencia de que sus logros son, en muchas ocasiones, decepcionantes para aquellos adultos, que por lo tanto ya no se enorgullecen de él. Su cuerpo y su mente son un torbellino, le cuesta relacionarse con sus padres y  con los que lo rodean. Su comportamiento es contradictorio y ambiguo. No tiene seguridad de actuar como niño o como adulto. Siente que para algunas cosas es muy chico y para otras ya es muy grande. Esto por ejemplo se refleja en la observación cuando una de las adolescentes dice: “… que su madre no la deja ir a bailar porque tiene malas notas…” y por otro lado “…debe ir a buscar a su hermano de futbol….”. Esto le genera un gran desorden. La sociedad adulta le muestra modelos que lo confunden y agravan el conflicto de identidad.
Rechaza ideas establecidas, se rebela contra la sociedad. Se siente inseguro por lo que necesita de la afirmación del Yo. Ahora conoce el mundo de los adultos, al que aspira y no puede acceder, y al que, por lo tanto intentará descalificar defensivamente, de manera de no sentirse disminuido.
 En esta etapa busca nuevos modelos de identificación, le cuesta dejar sus juguetes. Se da cuenta que debe reemplazarlos por otros objetos; es por eso que recurre a los nuevos ídolos de la época.
Como primer medida de solución buscan aislarse, encerrarse en su habitación. Luego descubren que es mejor la adhesión a un grupo, allí esperan encontrar respuestas de aquello que los inquieta, logran identificarse con sus pares perdiendo la individualidad. Pasan de una relación de independencia con los adultos a una dependencia con el grupo al cual le transfiere sus alegrías, temores y angustias. Al adolescente le resulta imprescindible ser aceptado por el grupo, y a tal fin es capaz de someterse a todos sus mandatos, aún los menos racionales, se esfuerzan por parecerse al grupo, se visten como ellos, toman sus pautas. Le dan gran importancia a las actitudes y opiniones ajenas, en particular las de sus iguales. Las actividades grupales , que durante la adolescencia son muchas y muy variadas, ocupan un lugar central en el proceso de socialización. Es llamativo como el dialogo entre pares se convierte en un gran protagonista. La escuela sigue siendo el ámbito privilegiado de la socialización: allí se establecen amistades y solidaridades más amplias, se entrenan la competencia intelectual y social entre pares, y se ensayan actitudes que serán ampliamente desarrolladas en la vida adulta.
En la observación se ve la necesidad de las jóvenes de pertenecer a un grupo, de llevarse bien con las nuevas compañeras; también se muestra el apego a las amigas. Estas son su gran consuelo, se ponen en su lugar, la aconsejan, tratan de hacerla sentir mejor con la frase: “ … no te pongas mal, a todos nos pasa lo mismo…” . Aquí se ve el reconocimiento del valor otorgado a la amistad.

•    PERDIDA DE LOS PADRES DE LA INFANCIA

Los padres de la infancia son quizás los únicos “adultos” en estado puro que se encuentran a lo largo de la vida. Ir creciendo significa, en cambio, descubrir que detrás de cada adulto subsisten algunos aspectos inmaduros, impotencia, errores. Comienza a ver esos defectos y se atreve a criticarlos. La imagen de los padres de la infancia es producto de la idealización que el niño impotente ante la realidad que lo rodea y débil ante ellos desarrolla como mecanismo de defensa.

Para convertirse en adulto necesita desidealizar, confrontar las imágenes infantiles con lo real, rearmar internamente las figuras paternas, tolerar, sentirse huérfano durante un período y ser hijo de un simple ser humano de allí en más. El adolescente muchas veces siente que para poder alcanzar su propia identidad antes debe tener una separación , debe romper la relación de dependencia con  sus padres.

El lugar de inserción del adolescente en su grupo familiar es aquel espacio conflictivo en el que se da el interjuego entre lo sociocultural y lo intrapsíquico. Por otra parte la zona de conflicto adolescente-familia está condicionada por diversos factores, entre los cuales resulta importante destacar la necesidad del joven de rechazar las figuras parentales, por imperio de la inevitable caducidad de los viejos modelos de identificación, y como defensa ante la reactivación de la situación edípica. En su caída, las figuras parentales arrastran a otros miembros de su misma generación o de las más próximas: tíos, hermanos y primos mayores, docentes, ministros religiosos, etc. Tal vez la imagen menos afectada por este rechazo generalizado sea la de los abuelos, sobre todo si no conviven con el adolescente, y siempre que no tengan conductas intrusivas en la vida de aquel. Por otra parte, si el adolescente conservara intactas las imágenes idealizadas de los padres, tal como habían sido deificadas en la infancia, se vería imposibilitado de crecer. Por lo tanto los ídolos necesariamente deben ser derribados. Lo central del enfrentamiento no es agredir a los progenitores, sino lograr la convicción de que los mismos ya no son imprescindibles ni absolutos.
El joven se ve impulsado a tomar distancia de objetos que lo unen a su familia. De manera que va alejándose de la vida hogareña, refugiándose en su dormitorio para leer o escuchar música, en el baño, frente al televisor o la computadora, en otras cosas -en las que termina admirando modalidades de vida que no siempre difieren de las de la propia tanto como él cree percibir-. En ocasiones el alejamiento es más radical y el refugio son clubes, plazas, locales de videojuegos, casas de comidas rápidas, entre otras. El hogar muchas veces se convierte en una pensión. Pierde la comunicación con sus padres.
La carga agresiva no tiene la misma intensidad hacia ambos progenitores. Parecería que frecuentemente el joven busca mantener un puerto de resguardo, conservando una mejor relación con unos de ellos. Se sostiene esta situación por medio de actuaciones transgresoras que fatalmente terminan produciendo un enfrentamieto entre el padre y la madre. Aquel que sufre más directa o más constantemente los embates de la rebeldía, o el que, por su personalidad se muestra más rígido ante tales transgresiones, termina viendo al otro como excesivamente permisivo y genera una hostilidad hacia el adolescente, que en parte se alimenta también de la envidia subyacente. Por otro lado dicha envidia en uno de los progenitores se viene a sumar a la que es consecuencia de comprobar que el hijo y el otro cónyuge constituyen una alianza de la que se siente excluido. El aliado, con su ego satisfecho tanto por la predilección del joven como por el éxito de sus intervenciones, y relativamente condicionado por el rol de proadolescente que le han atribuido, empieza a ver a su consorte como excesivamente severo e incomprensivo. En síntesis, se estructuran dos bandos que, en ciertos casos, resulta bastante difícil desarticular.
El confrontamiento con los padres es uno de los duelos que mas se hace presente en la observación. Es notorio que la adolescente tiene un gran conflicto con su madre, posiblemente la relación con su padre sea relativamente buena por lo mencionado anteriormente. Cuando las amigas le preguntan por la familia ella responde: “… su hermano y su papá estaban bien, pero que no soportaba mas a su mamá. Todo el tiempo le esta diciendo lo que tiene que hacer, lo que tiene que estudiar y además no la deja salir a bailar hasta que  mejore sus notas…”. Al final de la observación también surge otra situación de enojo  con la madre: “…En ese momento suena el teléfono de la chica, era su madre que le decía que hoy tenia que pasar a buscar a su hermano de futbol. Ella enojada le dice que va a ir. Corta el teléfono y le dice a sus amigas que siempre es lo mismo, que no la deja en paz ni un segundo…”
No solo el enojo con los padres es de esta joven, sino que a otra de las chicas también le sucede algo parecido: “…Una de ellas le dijo que por lo menos su mamá no la obligaba a ir a ingles y a natación como a ella…”

•    PERDIDA DE LA BISEXUALIDAD INFANTIL

En la adolescencia se define la identidad sexual. Los jóvenes comienzan a madurar y desarrollar su propia sexualidad. En este aparecer de caracteres sexuales conviven por el momento el cuerpo del adulto y del niño.

Mas allá de los duelos mencionados, se podría decir que la joven de la observación se encuentra atravesando un duelo más, el del cambio de colegio. Aparentemente esta joven habría sido cambiada de colegio por sus padres en 5 año, ella se estaría adaptando al cambio pero por sus expresiones no esta muy conforme. “…Ellas le preguntan como le estaba yendo en su nuevo colegio y si la trataban bien sus nuevas compañeras. Ella responde que se estaba adaptado al cambio de a poco, pero que su ex colegio era mucho mejor. Agregó también que no se llevaba muy bien con sus compañeras porque eran un poco infantiles(…) Ella les dice que se pone contenta, que le hubiese gustado hacer la fiesta con ellas y no con las del colegio. Todavía les faltaba un montón de plata y que a nadie le importaba nada...”

La adolescencia también se caracteriza por ser una etapa muy efusiva, impulsiva. Cargada de nuevos sentimientos y la necesidad de expresarlos. Esto se puede ver al comienzo de la observación cuando las dos jóvenes al ver a su amiga  se paran, comienzan a gritar, la abrazan.  Así mismo cuando se dicen lo  mucho que se extrañaban. Es mas común que las adolescentes tengan un comportamiento mas afectivo, demostrado a través de los gritos. No así en los varones quienes tienen impulsos mas agresivos.

Observación Nro 2

Niña de 14 años: Nombre: María Sofía Padre: Nombre: Román Profesión: Contador Contexto: Es un almuerzo familiar, Sofía esta muy contenta comiendo un plato de ravioles y disfrutando con su familia (padre, hermana, primos y tío) Observación: Sofía esta muy contenta riendo, charlando y comiendo en familia. Ella tiene los ojos delineados y lleva puesto un jean junto a una campera roja la cual me comento que era nueva y que se la había regalado su papa. Sofía ríe con su primo dado que ambos están cursando el primer año de la escuela secundaria y ambos tienen dos materias bajas, motivo por el cual chocan sus manos, durante el acto ella casi tira el vaso que posee a su lado. Ella nos conto que el día anterior había ido con una de sus amigas al cine, que después se había ido a cenar a su casa y se quedo a dormir allí hasta que al día siguiente su mama la paso a buscar. Nos dijo que se divirtieron mucho que se sacaron fotos para subir al Facebook y que para eso se habían pintado. Sofía esta constantemente con su Blackberry, en un momento le pide permiso a su papa para ir con sus amigas a Starbucks pero él le responde que no porque esa tarde se le dificultaría llevarla dado que no podía usar su camioneta. Ella le pide por favor, pero Román no cede y la niña se pone muy seria y cambia su actitud. Al rato me comenta que el viernes anterior había tenido un cumpleaños y que la había pasado muy lindo ya que era exclusivamente para bailar y ella disfruta mucho de dicha actividad, de hecho muchas veces su papa se queja de que el baile es lo único que le interesa. Sofía se para de la mesa y va al baño, cuando regresa se acerca a su tío y le da un abrazo. Él le da un beso en el cachete y Sofía le dice que su barba le había pinchado. Ella se sienta nuevamente y se pone a hablar con su primo y su hermana de lo que harían luego del almuerzo. Sofía, le cuenta a su primo que tiene que hacer tarea de matemática para el colegio pero no tarda en mencionar que ella odia dicha materia y que jamás le gustaría ser contadora como su padre.
Análisis: En la observación de la niña de 12 a 18 años es importante, a mi criterio, el análisis de los siguientes puntos: Es a partir de esta edad donde se potencia el proceso de la socialización, el cual implica la salida afectiva hacia el medio extrafamiliar, así como se afianzan a su vez las relaciones del medio familiar. Lo mismo se pone de manifiesto cuando Sofía busca estar constantemente acompañada de sus amigas así como también cuando charla con su primo y abraza a su tío. En esta etapa por otro lado se completará la evolución en el amor humano adulto, dialogal, estable, donativo y creativo. En cuanto a la inteligencia y su desarrollo tendremos en cuenta que durante esta etapa el niño comienza a plantearse el sentido de su vida futura, esto puede verse reflejado cuando Sofía comenta su disgusto por materias como matemática y cuando posteriormente menciona que es una de las cosas que no le gustaría estudiar. También es importante a mi criterio hacer referencia a la torpeza de la niña cuando casi tira su vaso lo cual se puede atribuir al rápido crecimiento corporal de la pubertad, el cual excede en velocidad a la capacidad de adaptar la propia imagen a la nueva realidad. Lo que producirá por lo tanto una inadecuación transitoria de las pautas de movimiento durante el comienzo de la adolescencia: causa principal de la "torpeza" clásica de la etapa.